Es originario de Suecia, Noruega y Dinamarca y es uno de los estilos que más copia la gente para sus casas ya que se basa en una decoración sencilla, funcional, para el día a día.
Su idea principal es no recargar el espacio. Los muebles y objetos que decoran este ambiente son pocos, pero bien pensados. Todos se utilizan y no están ahí solo para decorar.
Si te gusta la decoración en la paleta de blancos y grises con líneas rectas y sobretodo funcionalidad, este es tu estilo.
Los colores que predominan son el blanco aportando a las estancias mucha luz y sensación de espacio. Algunas paredes pueden ir revestidas con papel pintado de pinceladas modernas para romper la monotonía y darle otro aire a ese rincón.
Para combinar con el blanco de las paredes suelen utilizar el gris y el beige. Para los que quieren destacar un objeto optan por el marrón oscuro en muebles. Muchas veces encontraremos decoración nórdica en blanco y negro que conjuntan con cojines, mantas, plantas y objetos de decoración de otro color como por ejemplo este salón en tonos grises, blancos y negros con algún toque de color dado por los cojines del sofá y el taburete.
Podría parecer que este estilo es frío e impersonal pero gracias al uso de maderas y tejidos naturales se convierte en cálido y acogedor como os muestro en estas otras imágenes de un piso muy femenino.
La cocina me encanta con esa foto en blanco y negro de los años 50. Le han colocado encima una lámina de vidrio. Es una gran idea si no quieres poner los típicos azulejos.
Los baños de estilo nórdico no suelen ser muy bonitos. Se esmeran mucho en los otros espacios comunes y en los baños es como si perdieran fuelle como en este.
Espero que os haya gustado y nos vemos en el siguiente post.
Muchos besitos.
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