jueves, 16 de octubre de 2014

Ácidos en la piel

Con este potente título comenzamos otra entrada.

Hace tiempo, cuando aparecía la palabra ácido en los ingredientes de los tratamientos de belleza, nos llamaba mucho la atención y hasta nos causaba temor, pero en los tiempos que corren, la mayoría de las cremas de belleza que utilizamos, llevan uno o varios tipos de ácidos.
Hay muchos tipos de ácidos con diferentes acciones sobre la piel. Normalmente se utilizan en combinaciones con otros ingredientes y hoy voy a explicar para qué están indicados los más utilizados.

-Ácido salicílico:
Es un betahidroxiácido queratolítico usado en el acné para la corrección de las imperfecciones en pieles grasas. Consigue eliminar los restos de piel que taponan el poro. También posee poder antiinflamatorio y antibacteriano.
Suele usarse junto al ácido glicólico para favorecer la acción exfoliante y renovadora y tamibién junto con otros activos como el zinc o la niacimina.

Está indicado para pieles con psoriasis, dermatitis seborreica, callos, verrugas plantares...
Durante el embarazo no se aconseja su uso si es usado para grandes áreas del cuerpo.

-Ácido glicólico, láctico, cítrico, málico y tartárico:
Son alfahidroxiácidos que se usan en el tratamiento del envejecimiento y de las manchas, mejorando la textura y luminosidad de la piel.
acglicolic-serum. Serum con acido glicólico
Sus funciones en la piel son:

Exfoliantes: Eliminan las capas externas de la epidermis, consiguiendo una mejoría en las pequeñas arrugas y en los surcos de expresión. Tras su uso, la piel se afina quedando sedosa.

En pieles grasas es recomendable, ya que su acción exfoliante consigue eliminar el tapón que obstruye el poro ayudando al drenaje.

Renovadora: Favorecen la síntesis del colágeno y la elastina aumentando la flexibilidad de la piel.

Acción aclarante: Eliminan con el uso continuado del producto los cúmulos de correocitos potenciando los efectos de otros principios activos.

Hidratante: Fijan el agua en las capas superficiales de la piel.

Casi todas las pieles pueden beneficiarse de los alfa-hidroxiácidos AHA, por ellos existen diferentes concentraciones y distintos productos adaptados a cada tipo de piel.

-Ácido lactobiónico:
Es un polihidroxiácido que se utiliza en el tratamiento del fotoenvejecimiento. Tiene los mismos beneficios que los AHA, pero éste presenta mayor poder hidratante al retener, absorber y fijar el agua y posee menor efecto exfoliante con lo que su poder irritante es menor.

Los tratamientos que contienen en sus ingredientes este ácido están destinados a revertir los primeros signos de envejecimiento y junto con las vitaminas A, C y E, protegen las piel de los radicales libres mostrándola más luminosa y tersa.

-Acido hialurónico:
Es un componente esencial en nuestro tejido conectivo, aporta volumen y elasticidad además de contribuir a su hidratación. Con la edad disminuye la producción en la piel, lo que da lugar a arrugas y sequedad en la piel.
Funciones en la piel:

Alto poder hidratante ya que absorbe hasta 1000 veces su peso en agua, produciendo una mejoría rápida del aspecto superficial de la piel.

Disminuye la pérdida de agua creando una película en la piel tras su aplicación.

Es de gran utilidad en combinación con ingredientes irritantes ya que minimiza estos síntomas.

El inconveniente que tiene éste ácido, es que no llega más allá de las capas superficiales, por causa de su alto peso molecular.
Actualmente, muchos laboratorios han conseguido bajar el peso molecular o lo han encapsulado en liposomas, que consiguen llegar a capas más profundas de la piel logrando un efecto relleno y una hidratación más profunda.

-Ácido kójico:
Es un ácido que se extrae de un hongo y su uso es despigmentante (ya que al inhibir la tirosinada, que es la enzima causante de las manchas, aclara la piel), y antimacrobiano.
Se formula junto con otros ácidos como el ascórbico, que evita su oxidación y el salicílco, para contribuir a una mayor efectividad.

-Ácido l-ascórbico o vitamina C:
Al ser una molécula con baja estabilidad se utiliza pura (ácido ascórbico) para los tratamientos flash y estabilizada en forma de ascorbil glucósido para mejorar su estabilidad.

Sus funciones son:

Antiedad. Estimula la síntesis de colágeno, mejorando la elasticidad y firmeza de la piel.

Antioxidante. Protege las células de la piel, evitando el daño de los radicales libres.

Luminosidad. Disminuye la producción de melanina unificando el tono.

-Acido retinóico:
Las primeras cremas que recetaron este ácido estaban indicadas para casos de acné severos. Con el tiempo, al ver que hubo una gran mejoría atenuando las arrugas superficiales y manchas en la piel, se empezó a utilizar para el envejecimiento cutáneo.
Este ácido es un derivado de la vitamina A que es muy eficaz, pero presenta inconvenientes como descamación, enrojecimiento, sequedad excesiva, de ahí que sea necesaria una receta médica.

Hoy, es frecuente ver el uso de moléculas menos irritantes como el retinol. Estas moléculas no deben usarse durante el embarazo y su uso siempre requiere una crema con protección solar.



Muchos de los ácidos de los que os he hablado, se presentan en cosméticos utilizando nanotecnología o junto con moléculas, consiguiendo mayor poder liberador de sus propiedades.
Con esto se consigue utilizar menos producto y disminuir los efectos adversos.


Espero que os haya gustado la entrada y que os haya sacado de dudas.

Muchos besitos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario